El desarrollo no consiste únicamente en conseguir la funcionalidad deseada. La carga de hardware y los principios de codificación limpia forman parte de nuestro estándar de calidad. El desarrollo no es una estación final, sino una solución flexible que puede ampliarse hacia el futuro.
Probamos todos nuestros desarrollos internamente, tras lo cual son revisados y depurados por un segundo programador. Por último, se redacta una documentación técnica que se añade a todos los desarrollos. Al documentar correctamente los procesos y los flujos de trabajo, podemos transferir los proyectos entre programadores, de modo que el desarrollo siempre puede tener lugar y ya no depende de la disponibilidad de una persona.
Todo nuestro proceso de calidad está orientado a garantizar que las soluciones que desarrollamos funcionen correctamente y sean sostenibles en el futuro.